El
Chrysler PT Cruiser es para muchos un coche querido por su singularidad y para otros odiado por la misma razón. Lo que verdaderamente resulta difícil saber es si el creador del
Groozer está en un lado o en el otro después de ver su creación.
O más bien conversión porque del
PT Cruiser sale una especie de cucaracha con ruedas, al menos es lo que me sugiere a mi su forma. Gran culpa de ello la tiene
el portón trasero que ha sido remodelado por completo, con dos originales ventanitas en lugar de la luneta trasera convencional. Aunque parece claro que sin este cambio seguiría siendo bastante especialito.
Si seguimos con el análisis de lo perfectamente inútil nos encontramos con las
puertas traseras de apertura “suicida”, todo un logro como freno aerodinámico extra y un clásico entre los
show car. Las modificaciones típicas como el protuberante parachoques o las tupidas llantas de aleación, de 18” delante y 20” atrás, se convierten en el Groozer en simples extras.
Su creador todavía se encuentra dándole los últimos retoques pero ya ha sido capaz de instalarle un cómodo
techo de lona deslizante para asarse en las tardes de calor y una
suspensión neumática. No tenemos detalles de si ésta le sirve para no dejarse los bajos en los bordillos o también le permite “bailar” al son de la música.
Por cierto, que después de algún que otro
aviso el
PT Cruiser todavía seguirá
vivo hasta el 2010, para después cesar su producción y pasar a engrosar la lista de los “clásicos”.
Vía:
carscoop
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