Ford Edge
Durante el Salón de Pekín, que empezó hace unas horas, se están dando a conocer planes de futuro de las diversas marcas. En la que nos toca ahora, Ford, han pensando en cuadruplicar sus ventas de SUV en aquel mercado. Los chinos quieren coches grandotes y en eso Ford tiene un doctorado.
Pero actualmente solo venden el Ford Edge, y están muy por debajo de la oferta que quiere el mercado doméstico chino. Por ello, tendrán el Kuga/Escape, el EcoSport y el Explorer (este último importado desde Estados Unidos). Esto viene de los labios del responsable de la zona asiática de la marca.
La introducción de tanto SUV forma parte de un plan de introducir 15 nuevos modelos en 2015. La semana pasada anunciaron una inversión de 760 millones de dólares en Hanghzhou para levantar una nueva fábrica, y estará en funcionamiento en 2015. Hoy día Ford no tiene nada que hacer contra VAG o General Motors en China.
Los Kuga y EcoSport se harán en Chongqing en una nueva fábrica. Produciendo localmente se evaden impuestos arancelarios que sufren los coches de importación. Es una medida proteccionista del Gobierno de China que funciona a las mil maravillas. Como se venden tantos coches, compensa.
¿Por qué le ha dado a los chinos por los SUV? No son muy diferentes en eso a los europeos o norteamericanos: un coche grandote da seguridad, estatus social, y tienen una clase media emergente que está comprando coches a lo bestia: 2 millones de SUV en 2011. También se valora la utilidad fuera de carretera cuando se van de viaje fuera de las ciudades.
El segmento de los SUV es muy rentable para los fabricantes, por lo que no ha de extrañarnos pues la cantidad de modelos que hay en todas las marcas. Si un fabricante no vende SUV o no tiene los adecuados, se los comprarán a la competencia. Mientras tanto, la locomotora china circula a máxima velocidad.
Los fabricantes son unos mandaos y dan al mercado lo que pide, pero están contribuyendo a una gigantesca bola de nieve que cuando choque contra algo, será un cataclismo. Tantos millones de coches beben petróleo, y si son SUV, más. A medio y largo plazo eso va a suponer un problema de primera magnitud.
Por otro lado, las ciudades chinas empiezan a estar de contaminación hasta las cejas de la estatua de Mao (y más), y los SUV, por muchos adelantos que tengan, empeoran el problema. ¿La culpa es de los clientes o de los fabricantes? De ambos, por supuesto.
Aún la economía china tiene que hacer frente a un gran gripado, su burbuja inmobiliaria aún no ha explotado (será de varios megatones el pinchazo). Entre eso, y la futura escasez de combustible, ¿qué harán con tantos SUV? Mientras tanto, la gallina de los huevos de oro da dinero y hay que aprovechar.
Vía | Automotive News
¿Cómo convences a tu pareja para comprar el coche que tú quieres?
Comprar un coche en pareja puede convertirse en un drama si los dos no estáis en sintonía. Si la otra parte va a por un SUV y tú a por un roadster, una de tres: o convences a tu pareja, o ahorráis un poco y os compráis un coche cada uno, o definitivamente (¡ay!) lo dejáis estar como pareja. Vamos a ponernos en el lado más creativo, y por eso esta semana preguntamos:
¿Cómo convences a tu pareja para comprar el coche que tú quieres?
No vale extralimitarse, pero sí que se aceptan toda clase de trucos y ardides, incluidas las mentiras, los violinistas de restaurante caro y las suegras que malmeten, para convencer a tu media naranja de que ese con el que sueñas es el coche que realmente os conviene a los dos. A ver quién lanza la idea más golosa… pero que sea creíble.
La pregunta de la semana anterior
La semana pasada os planteamos qué marca tenía el volante más bonito y registramos un buen número de respuestas (mola, muchas gracias). La opción más valorada, y mucho además, fue la de motorsport, que se erigió en portavoz de varios compañeros al decir:
El que más me gusta es el del Mercedes C63 AMG Coupe Black Series y supongo que el de todos los Mercedes, y el que menos el del Pagani Huayra.
E incluía enlaces a fotos para que nos situásemos. ¡Bien hecho, motorsport!
Los comentarios quedan cerrados aquí ya que leeremos vuestras aportaciones en Motorpasión Respuestas. El próximo lunes volveremos con una nueva pregunta y con las mejores propuestas vuestras para esto de comprar un coche al gusto de los dos (ma non troppo). A ver si me sirven, que tengo un coche en perspectiva que no sé qué dirá una que yo me sé… ¡Hasta la semana que viene!
Foto | Tim Wang
¿Qué entendemos por seguridad?
Desde que comencé con esto de fauna en ruta, y esta entrega es la que hace 43 si no me equivoco, he intentado por todos los medios reflejar un aspecto que caracteriza a lo que llamamos la seguridad en la carretera: su enorme pluridisciplinariedad. Vamos, que toca muchos palos a la vez. Tantos, que de vez en cuando te me quejas porque, según tú, no hablo de coches. Pues vale.
Si recurrimos a los clásicos, tenemos que la seguridad es la exención de todo peligro, daño o riesgo. Aunque tú y yo sabemos que la seguridad, dentro del coche, no es tan blanca ni tan negra como eso, y que cuando hablamos de seguridad vial lo hacemos en el contexto de la relatividad. No es una batalla entre buenos y malos, sino que esto se asemeja más a un ejercicio de sentido común presidido por el lema de Fuenteovejuna. Como no vayamos todos a una esto no chuta.
Si buscáramos una definición más específica sobre seguridad vial, tendríamos que hablamos de una ciencia social cuyo objetivo es prevenir la siniestralidad vial y reducir los efectos derivados de ella, todo a través del conocimiento de los factores que intervienen en los siniestros viales y de la puesta en marcha de medidas tanto preventivas como paliativas. Dicho esto, la seguridad en carretera es un concepto mucho más amplio de lo que parece.
Cierra el libro y coge un folio en blanco, que hoy hay examen sorpresa (déjame hacer, que lo echo de menos, ya tú sabes). Si te pido que apuntes factores que intervienen en la siniestralidad vial, fijo que me hablas, por lo menos, de alcohol, de drogas, de distracciones, de carreteras en mal estado, de llevar el coche sin frenos… bueno, va, y ni que sea por quedar bien conmigo hablarás de la velocidad, ¿cierto?
Bien, pues te pongo un 4,75 de esos que tanta rabia daban en el cole. Que es como que casi has aprobado pero no me da la gana de que te salgas con la tuya. ¿A que soy mala persona? Aquí pondría un emoticono formado por dos puntos, un guión y una D mayúscula, pero las normas de estilo de la Casa no me lo permiten, así que te remito a una sonora risa maléfica.
Hay muchos más factores de riesgo
¿Cómo que 4,75? ¿Y por qué no un aprobado o hasta un Bien? Muy sencillo. Porque por muchas cosas que apuntes, seguro que quedan muchas otras en el tintero, y como todas pueden llegar a ser vitales para algún conductor… pues en 4,75 se te queda.
Un esquema típico de toda la vida sobre los factores de riesgo estructura esas respuestas que me has dado en torno a tres vértices:
el conductor (llamémosle “factor humano” y será más correcto), el vehículo y la vía (mejor “infraestructura”, con el correspondiente entorno y la correspondiente climatología).
Sí, de esto ya habíamos hablado, y te dije que otro día te contaría más. “Today is the day”, que decía el filósofo.
Para empezar (para empezar… y voy por el noveno párrafo, no te lo pierdas), hay autores que encuentran vida más allá del clásico conductor – vehículo – vía. Así, detrás de cada elemento que encontramos hay un factor humano. ¿Fallan las carreteras? Alguien habrá que sea responsable de eso. ¿Que nos multan por una cuestión de velocidad? Detrás hay mandos policiales. ¿Que la ley está redactada de tal o cual manera? Detrás hay personas responsables de que el texto legal sea correcto, coherente y aplicable. Obviamente todo se puede resumir en ese triangulito, pero por el camino nos perdemos detalles interesantes.
Este que sigue es un esquema que no es mío pero saco a pasear bastante a menudo porque me gusta. Muestra un análisis de los factores de riesgo bastante más avanzado que el triángulo de las Bermudas de ahí arriba y, sobre todo, no deja títere con cabeza, dando a entender de una forma cristalina que la seguridad vial es cosa de todos. Fuenteovejuna, como te decía antes.
¿Que por qué el conductor está en el centro de la diana? Porque él es el que tiene que lidiar con que cada miembro del escenario vial haya realizado una función lo más acorde posible con la idea de la seguridad. Y porque es él, dentro del continuo seguridad-riesgo, el que con sus actitudes va encontrando el encaje de bolillos de su seguridad y de la del resto de usuarios de la vía.
Lo que me pasa al volante quizá viene de lejos
La seguridad en la carretera, por lo tanto, es más extensa de lo que parece a primera vista. Y aquí es donde te planteo yo un dilema. Imagina el siguiente escenario: Domingo por la mañana, luce un sol de primavera maravilloso, el señor Pepito coge su coche para ir con la familia a… decide tú, es igual. Y sale hacia la carretera y todo va perfecto. Hasta que de repente, deja de ir.
Se le cruza un imbécil en el camino. Pero un imbécil, vamos, de esos que hacen que uno se desquicie al ver que la ha tomado con él. De esos que luego vemos en un vídeo como el del Focus contra el karma y nos mosquea en la distancia. Pues algo así, pero a escasos metros de Pepito. Al final la cosa acaba con que el imbécil se cansa de hacerle pirulas a Pepito y se va. Y Pepito continúa. O no continúa, prefiere descansar un momento para no rallarse y acabar estrellándose. Mejor así, ¿verdad?
Pepito y su familia paran en una área de servicio grande que hay en la autopista. Sí, será lo mejor. Al fin y al cabo, les ha ido de un pelo, con aquel imbécil. Salen del coche, entran en el restaurante para tomar algo y pasar página. Se relajan un poco. Al volver al coche, descubren que alguien les ha forzado la cerradura y, aunque no había nada para robarles, el disgusto ya lo llevan encima.
Y ahora pongo la pausa. ¿Está Pepito en condiciones de coger el coche? Bajo mi punto de vista, no. Al menos yo no lo estaría. Si pasa algo malo y Pepito tiene un percance, ¿hablaremos de distracción y ya está? ¿Se trata sólo de eso? La idea, y ya acabo, es que la seguridad vial toca puntos que a menudo tienen que ver con aspectos y actitudes que, en principio, parecen poco conexos.
Por eso, establecer como causas de un siniestro las circunstancias en que tuvo lugar el siniestro en ocasiones puede resultar insuficiente. Y, volviendo al tema central, precisamente porque la seguridad vial es una materia absolutamente pluridisciplinar, a veces cuesta identificar que estamos hablando de ella. Porque no siempre cuando hablamos de seguridad en la carretera hablamos de coches.
Un BMW M5 F10 se estrella a 300 km/h en la Autobahn
Incluso con los coches más caros y seguros del mundo, circular a velocidades elevadas puede suponer un gran peligro inclusive si circulamos por carreteras preparadas para tal fin, como las Autobahn alemanas. La velocidad entraña peligro, se mire por donde se mire.
No obstante, hay que quitarse el sombrero ante el nuevo BMW M5 F10, ya que la historia que nos llega desde el sur de Alemania no hace más que reforzar esa imagen de coche seguro que ya de por sí posee la berlina más deportiva del fabricante bávaro. Los ocupantes del coche de las imágenes están vivos.
El pasado martes por la tarde este BMW M5 F10 circulaba por la Autobahn A81 cerca de Tuningen a una velocidad de unos 300 km/h cuando un vehículo que se incorporaba hizo al conductor del BMW girar a la izquierda para evitarlo. Al realizar esta maniobra el conductor del M5, de sesenta años de edad, perdió el control del vehículo.
El BMW M5 chocó contra las barreras de uno y otro lado de la carretera tras lo que dio varias vueltas de campana y fue a parar a la cuneta unos 100 metros por delante. El vano motor se incendió tras el accidente y los hijos del conductor, que circulaban por detrás con un BMW M6 y un BMW M3, pararon para socorrer a su padre y sofocar las llamas con un extintor.
La carretera A81, que enlaza Stuttgart prácticamente con la frontera suiza y es una de las zonas *más rectas y sin límite de velocidad * de la red alemana, fue cerrada durante horas para limpiar todos los restos del coche.
El conductor del BMW M5 F10 y su acompañante de veinte años de edad sufrieron heridas graves y están hospitalizados, pero están vivos. Al parecer con ellos viajaba en la parte trasera un perro, que también resultó herido.
Cada cual que saque en claro sus propias conclusiones.
Vía | Jalopnik
Fotografías | Bimmerpost
Fuente motorpasion.com
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